En nuestra idea de integración en dos sentidos, en las aulas ordinarias y dentro de nuestra propia clase, como ya comentamos días atrás, intentamos hacer que todos los niños compartan un espacio, una actividad, un intercambio que beneficia a todos. Por ello, junto con las maestras de infantil de 5 años todos los viernes dedicamos una hora para hacer psicomotricidad, en esta actividad participan las dos clases de infantil y los alumnos/as del aula específica.
El trabajo lo hacemos mediante circuitos que nos proporcionan la posibilidad de estructurar y hacer visual a los niños la actividad que se va desarrollar. Es increíble ver cómo los niños pequeños de 5 años se implican en ayudar a sus compañeros, cómo son capaces de ayudar a recoger y a guardar el material. El año pasado trabajamos la psicomotricidad de forma individual (solo los niños de nuestro aula) con la ayuda del maestro de Educación física. Este año casi dos meses ya de realización de la actividad vemos los primeros frutos en todos los niños/as y para mi como tutora del aula es una satisfacción poder comprobar como ya alguno/s de nuestros niños son capaces de ponerse en la fila, y seguir un circuito detrás de sus compañeros con total normalidad, disfrutando de la actividad y del contacto con sus compañeros.
Ayer me sorprendí al ver como alguno/s de mis niños ya son capaces de colocarse al inicio del circuito, esperar su turno e ir realizando las distintas fases. Me sorprendió incluso ver una anécdota, a los niños de 5 años les enseñamos que si haciendo el circuito sin querer tiran alguna valla o descolocan alguno de los materiales que usamos en el circuito, deben ponerlo adecuadamente; pues ayer mientras uno de nuestros niños hacía el circuito al saltar las vallas pequeñitas tiró una, se dió la vuelta, él solito sin indicación ninguna, cogió la valla y la colocó adecuadamente y prosiguió su camino.
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